
Día 2: ¿Hay pruebas injustas?
Share
Verso bíblico: Entonces Nabucodonosor dijo: Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios. Daniel 3:28
Todo va bien, el trabajo, la familia, tu relación, tus finanzas… Te sientes pleno y agradecido, tu relación con Dios está en el mejor momento, confías plenamente en que el está obrando a tu favor.
Y de repente… Todo se viene abajo, empiezan a haber problemas y dificultades que no pensaste que llegarían, tranquilo, tres personas en la Biblia saben exactamente como te sientes.
Sadrac, Mesac y Abed-nego fueron elegidos como altos funcionarios en Babilonia. Se ganaron el favor del rey, y eran conocidos por ser “sanos, fuertes y bien parecidos”. Daniel 1:4
Todo obraba a su favor!
Hasta que un dia el rey Nabucodonosor hizo una estatua de 90 pies con un mensaje claro: inclínate o arderás. Con un horno ardiente a la vista, “…toda la gente… se inclinó rostro en tierra y rindió culto a la estatua de oro…” Daniel 3:7
Sadrac, Mesac y Abed-nego se mantuvieron de pie, y el rey les ofreció una segunda oportunidad de postrarse ante la estatua, y su respuesta fue:
—Oh Nabucodonosor, no necesitamos defendernos delante de usted. Si nos arrojan al horno ardiente, el Dios a quien servimos es capaz de salvarnos. Él nos rescatará de su poder, su majestad; pero aunque no lo hiciera, deseamos dejar en claro ante usted que jamás serviremos a sus dioses ni rendiremos culto a la estatua de oro que usted ha levantado (Daniel 3:16-18).
El rostro del rey “se desfiguró a causa de la ira” (Daniel 3:19), lo que nos da una pista de que esto no salió bien. Y con una orden de parte del rey, estos tres amigos fueron atados y arrojados al fuego.
¿Donde estaba Dios ante semejante injusticia? ¿Iban a ser quemados en el horno por ser fieles a su Dios? ¿Ser castigados por ser obedientes? ¿Acaso Dios se había olvidado de ellos? !Que desesperación!
De pronto, Nabucodonosor, lleno de asombro, se puso de pie de un salto y exclamó a sus asesores: —¿No eran tres los hombres que atamos y arrojamos dentro del horno? —Sí, su majestad, así es—le contestaron. —¡Miren!—gritó Nabucodonosor—. ¡Yo veo a cuatro hombres desatados que caminan en medio del fuego sin sufrir daño! ¡Y el cuarto hombre se parece a un dios! (Daniel 3:24-25).
SOLO EN EL FUEGO EL REY FUE CAPAZ DE VER LA GLORIA DE DIOS.
La realidad es que es fácil alabar a Dios, orar, y glorificar su Santo nombre cuando todo va bien, es fácil orar en gratitud cuando Dios responde esas oraciones, es fácil cantar alabanzas todo el día cuando las cosas marchan bien, un corazón feliz es un corazón agradecido.
Ahora, también podemos hacer todo esto cuando estamos en medio de las llamas, ¿o acaso Dios no puede glorificarse en medio de las llamas que arden alrededor de la salud, familia y finanzas? Claro que sí, Dios puede glorificarse en medio de todo y todos, y también hacerlo a la vista de los que observan cómo atraviesas esta prueba en medio del fuego.
Que todos los que te rodean puedan decir: “¡No hay otro dios que pueda rescatar de esta manera!” (Daniel 3:29)
Dios se manifiesta con poder conforme a su voluntad, y hace de nuestra prueba un espacio para mostrar su gloria, y que través de ella podamos ser promovidos a nuevos niveles de fé, creciendo en justicia y en verdad confiando que su palabra y sus promesas en ella son eternas.
No hay prueba injusta cuando somos hijos del Dios justo que en medio del fuego nos guarda y nos hace salir victoriosos y transformados por su poder y gloria, siempre y cuando mantengamos la postura de un corazón fiel a Dios, mostrando confianza y no permitiendo que las pruebas perviertan o distorsionen nuestra visión, el enfoque es y siempre será darle gloria a Dios en medio de cualquier circunstancia.